Foto: Brendy Núñez |
Alajuelense recibió este sábado a Saprissa FF en la vuelta de la Gran Final de la Primera División Femenina; juego en el que las manudas se coronaron bicampeonas con una victoria de 3-1 y un global de 5-2.
Aunque el
juego estaba pactado para iniciar a las 7:00 de la noche, el espectáculo fue
comenzando desde pasadas 4:00 de la tarde, cuando la afición manuda se hizo
presente a las afueras del Estadio Alejandro Morera Soto para realizar el
reconocido Banderazo para alentar a su equipo.
Luego de la
fiesta manuda previa comenzaron los actos deportivos a ponerse en acción y justo
a la hora pactada se dio el pitazo inicial del último juego de la temporada, en
el que las emociones debían ser el plato principal.
El conjunto
morado generó algunas llegadas de
peligro, sin embargo no lograron abrir el marcador para igualar las cuentas del
marcador global.
Hasta que
al minuto 38 una jugada colectiva en la que Viviana Chinchilla parecía encarar
a marco, alzó la mirada, observó a Mills por la izquierda sola, la panameña
adelantó el balón un par de metro para ponerla casi en el punto penal en donde
María Paula Salas quedaba sola frente al marco y solo tuvo que definir el
primero del juego.
Las manudas
se fueron al descanso con una victoria parcial y con unos últimos minutos de
bajas revoluciones y pocas llegadas por parte de ambos equipos.
Al 51 las
manudas aumentaron la cuenta con la misma fórmula y mismas protagonistas de la
primera anotación, pero esta vez fue un pase filtrado perfecto que encontró Mills
que se le había escapado a la defensiva; al igual que en el primer gol la
panameña fue más que generosa, volvió a alzar la mirada y nuevamente Salas con
completa libertad dentro del área y con mucha tranquilidad logró definir el
segundo de la noche.
El
descuento morado llegó al minuto 62, cuando una falta en el área a Carolina
Venegas obligó a una pena máxima que no perdonó Katherine Alvarado. Sin
embargo, tres minutos más tarde la autora del gol salió expulsada por doble
tarjeta amarilla.
Para el
minuto 69, Kenya Rangel puso un pase muy colocado a su compañera que ya tenía
la corona de goleadora de la noche, María Paula Salas que estaba muy colocada
solo recibió el balón frente al marco y anotó el tercero rojinegro.
Por el
resto del juego fueron las manudas quienes lograron manejar mejor el juego, la jugadora
menos y los goles por debajo también ayudaron a que las moradas comenzaran a
tener desconcentraciones y no les fue posible revertir las acciones o buscar el
alargue.
Con tres
minutos de reposición, las manudas se coronaron bicampeonas por primera vez en
su historia y campeonas invictas por primera vez en la historia del Futbol
Femenino Nacional.
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